martes, 4 de diciembre de 2018

BALBO, LA MANO IZQUIERDA DE CÉSAR


TÍTULO: BALBO, LA MANO IZQUIERDA DE CÉSAR
AUTOR: LEÓN ARSENAL


       José Antonio Álvarez Garrido, bajo el seudónimo de León Arsenal, nos trae en esta novela histórica a un personaje para mí no conocido hasta ahora: Lucio Cornelio Balbo, el Mayor.
        En el primer siglo a. C. este poderoso hombre de negocios natural de Gades, culto, hábil comerciante, sufete y sacerdote del templo de Melkart (el Hércules fenicio) y pater de la más poderosa familia del lugar, decide viajar a Roma para negociar un tratado más favorable para sus gentes.   
Ciudadano romano de origen no latino consigue este honor de su  amigo Pompeyo el Magno al luchar a su lado en las Guerras Sertorianas. Cuando Julio César acomete la campaña en la Lusitania, trabaja como su praefectus fabrum, ocupándose del abastecimiento y la logística. Esta campaña hará que se estrechen los lazos de amistad entre ambos. Asimismo ya conoce a Craso por sus relaciones comerciales y financieras. Resultado de todo ésto, Balbo va a actuar como nexo de unión entre los tres líderes del triunvirato.
Pasa Roma por un periodo convulso con luchas políticas en el Senado donde los distintos sectores quieren hacerse con el poder.    Por un lado están los “boni”, conservadores a ultranza de las tradiciones y “mores maiorum”, enemigos de César. Los “optimates”, defensores de la República y los “populares”, también llamados “hombres nuevos” entre los que se encuentran Pompeyo y Julio César que opinan que la República llevará a la destrucción de Roma.
Balbo, habilidoso, rico y sagaz, entra de lleno en el mundo de ambiciones, intrigas y traiciones que se urden en contra de sus amigos haciéndolas fracasar pues su excelente posición y recursos se lo permiten aunque para eso ponga a veces en riesgo su vida. Lo hace por convicción y para afianzar su posición social que le facilitarán sus propósitos.  Puede por ejemplo enfrentarse en los tribunales a un enemigo suyo como Clodio, al que defiende Cicerón, a sabiendas de que va a perder el juicio con tal de que este personaje salga perjudicado en su “dignitas”, cosa que un romano de alcurnia valora en extremo.
El relato está narrado en primera persona por el protagonista que se nos presenta como un hombre inteligente y experimentado. Otros personajes secundarios son también muy valorados como es el caso de Servilia, la amante de César, el acomodaticio Cicerón, el hermanastro de Balbo sincero y sin dobleces. Tiene buen ritmo y es imposible no hacer comparaciones con lo ocurrido hace dos siglos  en Roma y nuestro presente igualmente convulso.
Deja la novela a Julio César al final de su actuación como Cónsul y a punto de hacerse cargo del gobierno de tres provincias en la Galia. ¿Habrá continuación? Probablemente.






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