lunes, 18 de abril de 2011

ISABEL, LA REINA: LAS HIJAS DE LA LUNA ROJA.

           TÍTULO: Isabel, la Reina: Las hijas de la luna roja.
           AUTOR: Ángeles de Irisarri
            
          Echándole mucha, pero que mucha imaginación, la autora nos da aquí otra versión de lo que pudiera ser la vida privada de la reina Isabel aunque el contexto histórico en que está enmarcada la novela tenga todo su rigor.
           Partiendo de un punto en común, el hecho de haber nacido un 22 de Abril de 1451, a las 4 y 2/3 de hora después de mediodía, Jueves Santo y brillando en el firmamento una espléndida luna roja, este relato (trilogía) nos narra la vida de cuatro mujeres llegadas al mundo desde la más noble a la más baja cuna.
           En primer lugar, la que con el paso de los años sería la reina Isabel la Católica. Nacida en Madrigal, hija del rey Juan y de la reina Isabel. Nos cuenta su infancia al lado de una madre que no vive mas que para sus obsesiones, haciendo su hija el papel de madre con su hermano pequeño Juan. Crece sana y fuerte de carácter. Es llevada a la corte de su hermanastro Enrique IV que sucede a la muerte de su padre en el trono de Castilla. Cuando muere su hermano, destinado a ser el sucesor, pues su hermanastro no tiene descendencia, consigue con apoyo de nobles incondicionales que la nombren heredera en el tratado de "Los Toros de Guisando"
          Tras una serie de vicisitudes se casa con Fernando de Aragón que siempre fue la ilusión de su vida y así pudieron hacer frente al inconstante Enrique IV que influenciado por un grupo de nobles intenta dar el trono a la Beltraneja (hija de su esposa Juana y...según se dice de D. Beltrán de la Cueva).
          Otras de las niñas, Leonor y Juana, nacidas en Ávila con la luna roja, son las marquesitas mancas de Alta Iglesia, hijas de D. Juan Téllez y Dña. Leonor de Fonseca. Son gemelas, físicamente desiguales y a quienes falta la mano izquierda a una y la derecha a otra. Quedan huérfanas al nacer pues su madre muere tras el parto y su padre marcha despavorido al saber la minusvalía que traen las niñas. Crecen con algunos criados hasta que aparece la bisabuela y se hace cargo de la situación.
          La cuarta niña Marichu Abando, hija de madre soltera, es abandonada a la puerta de una curandera-bruja en Bilbao cuando la madre cae allí muerta al parirla. Se cría entre ésta y otra amiga bruja y al morir las dos, por miedo a la Inquisición, ella parte hacia Castilla para finalmente ejercer como curandera en la ermita del Cristo de la Luz, beneficiándose tanto ella como la priora del monasterio.
         Las distintas circunstancias que han de vivir las cuatro por separado, no impedirán que en determinados momentos se encuentren y tomen conciencia de que hay algo inexplicable que las acerca. 
       La intención de la autora es darnos otra versión más intimista de la vida de la reina Isabel.

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