TÍTULO: El orden del día
AUTOR: Éric Vuillard
Al término de la Primera Guerra Mundial, 1919, se manifiesta gran
descontento en Alemania por ver reducido su territorio y tener que enfrentar
numerosos problemas sociales, políticos y económicos, creando en la población
un sentido nacionalista al no comprender las medidas compensatorias que le
imponen los países aliados tras su rendición. Así va tomando forma el “Partido
Nacional Socialista Obrero Alemán”, conocido sobre todo como Partido Nazi.
El autor con buena calidad literaria y una prosa rica nos va a
situar en 1933, año en que llega al poder el partido nazi de la mano de Adolf
Hitler que ya con anterioridad venía preparando su liderazgo. En su libro “Mi
lucha” deja claro su ideario político.
En 1932 el partido nazi con un 30% de los votos tuvo la mayor representación en el Parlamento. Hitler fue nombrado como Canciller por el Presidente Hindenburg. En adelante concentraría todo el poder en su persona. Destruyendo la democracia en Alemania.
En 1932 el partido nazi con un 30% de los votos tuvo la mayor representación en el Parlamento. Hitler fue nombrado como Canciller por el Presidente Hindenburg. En adelante concentraría todo el poder en su persona. Destruyendo la democracia en Alemania.
Es en febrero de 1933 cuando tiene lugar en el Reichstag,
parlamento alemán, una reunión de notables industriales sin que dicha reunión
estuviera en el orden del día. Asunto que va a dar pie al título de la novela.
Acuden allí unas veinticuatro personas, dueños de Bayer, Opel, Siemens, Agfa,
Telefunken entre otros. Tras un breve discurso de Hitler se les insta para que
apoyen economicamente al partido. Se recauda una importantísima cantidad de dinero.
Desea vivamente anexionarse Austria, sin aparente violencia,
para no despertar recelos en la comunidad internacional y busca si no el apoyo,
si la aquiescencia de los primero ministros aliados. Tiene sus miras puestas
también en Checoslovaquia que al final la consigue tras la Conferencia de
Múnich a precio de saldo.
Fue vergonzoso como los dirigentes austriacos con el canciller
Schuschnigg a la cabeza entregan el país e igualmente fue un fiasco la
pretendida entrada triunfal en Viena del Führer, con la mitad de los carros
blindados y tanques averiados por el camino.
Esos son los comienzos y la preparación de un país que con el
nazismo y Hitler liderándolo lo llevarán a la Segunda Guerra Mundial. Van
apareciendo a lo largo del relato alguno de sus fieles colaboradores como
Goebbels que se encarga de la propaganda, Góring que se ocupa del Ministerio de
Economía y desempeña el cargo como un mafioso despectivo, imperioso y
amenazante; según palabras del autor.
Breve pero denso nos da una magnífica idea de lo que se fraguaba
entre guerras.
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