domingo, 6 de octubre de 2013

EL DESAFÍO DE LAS DAMAS. ALGUNOS PÁRRAFOS


El desafío de las damas. Algunos párrafos:

               _Olivares, recoge las últimas migajas de tu victoria porque este pueblo es conocido por abrazarte hoy y pegarte un puntapié en las nalgas mañana, que bien os lo contaría mi abuelo Lerma y mi tío Uceda si los hubieseis dejado vivir.

              _Ante el rey me contesté a mi misma: Hambre y miseria a raudales. Todo lo ha hecho para sumiros en la decadencia más absoluta. Su sombra sólo ha dejado galeones anegados, escuadras enteras a pique, perdido el reino de Portugal, alzados en armas a parte de vuestros reinos, pérdidas irrecuperables como Mantua, el Rosellón, Borgoña y otros muchos lugares del Oriente y las Américas que han pasado a manos de vuestros innumerables enemigos.
¿Adónde fueron las riquezas que a todos arrancasteis? ¿Qué fue de lo que decomisasteis a los validos de vuestro padre?

                _Es cierto que hoy más que nunca la corte en Madrid es un hervir de intrigas de la peor especie. ¿De qué sirven los esfuerzos de nuestros valerosos hombres en las contiendas de Sicilia, Nápoles, Monferrato, Bohemia y Valtelina?. Los soldados ya sólo son un recuerdo del glorioso reinado de Felipe II, porque mientras en Europa les admiran por la entrega que demuestran al intentar salvar el declive de nuestro ya desastrado imperio, el rey les ignora dejando su devenir en manos de cualquier gobierno.

              _Antes de contestar, escupí la piedra en un pequeño cuenco de Talavera pintado con nuestro escudo de armas.
Lo hacemos imitando a las damas francesas y su presunción, pues al enjuagarnos después de mascar barro, nuestra dentadura parece más limpia y nos salvaguarda de los hediondos olores. Desde que nos enviciamos con el barro, nuestro aliento se perfuma con su aroma y nuestros esposos lo agradecen, ya que los besos les saben mejor.
            

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