OPINIÓN
Historia
de intolerancias, intrigas, envidias, heroísmos, que con bastante independencia
y basándose en una nutrida documentación, nos trae Pedro Miguel Lamet de unos
hechos lamentables de nuestra historia ocurridos precisamente en el llamado
“Siglo de las luces”. Los ilustrados no supieron aprovechar lo que de valor
tenía la Compañía, la de criterio más abierto y más culta; la que se dedica a
la investigación y sin embargo no se lucraron como esperaban con el pretendido
tesoro que se les atribuía.
A
ratos minuciosa, otras intimista pero tratando con maestría un tema que a
primera vista podría ser árido, nos da el autor, por cierto jesuita, un
panorama bastante creíble de aquellos 40 años en que unos cinco mil religiosos
viven el exilio y la supresión de la Compañía de Jesús.
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