_ El rey Sancho a su esposa: "María con vos obtendré la serena calma que necesito cuando yerre en mi proceder, pues no es un secreto que me apodan el Bravo, entre otras cosas, por mi feroz arrebato".
_ "Para mantener la paz y el diálogo os tengo a vos. ¿Quién si no sabe mejor que mi esposa amansar las voluntades?"
_ Lo pensaba la reina María en sus últimos años: "Mi cuerpo ya no respondía y mis huesos a duras penas se mantenían erguidos. La impotencia de la vejez me estaba matando mientras el reino se desmoronaba".
_"Sólo espero que al morir yo, no terminen asesinándose entre si, ya que el odio enraiza en sus almas".
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