TÍTULO:
LA SANGRE DE LOS INOCENTES
AUTOR:
JULIA NAVARRO
En
unas cerca de 800 páginas, Julia Navarro en una novela que en algunos tramos
entronca con la historia y en otras es de puro espionaje, nos lleva desde el
siglo XIII con la herejía albigense en la región francesa del Languedoc hasta
los conflictos entre islamistas radicales y Occidente, pasando por la Segunda
Guerra Mundial. Una amplitud de situaciones en el tiempo y en temática que la
hacen algo pesada.
En
la primera parte narra el conflicto entre la Iglesia Católica y los cátaros. Un
inquisidor, Fray Julián, vive el asedio de Montségur y se ve dividido entre su
fidelidad a la Iglesia y a sus allegados cátaros que mueren en la hoguera. Recibe
de uno de ellos, Dña. María, el encargo de escribir una crónica contando la
verdad de lo allí ocurrido y pidiendo que algún día se vengue “la sangre de los
inocentes”, que como veis da nombre a la novela.
La
crónica a través de las distintas generaciones llega hasta el conde de D´Amis
en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Esta segunda parte es quizás la
más interesante. En ella el profesor Arnaud, reconocido medievalista, es
requerido por el conde para autentificar la crónica de su antepasado,
resultando que el documento lo es, pero el profesor desmonta los mitos sobre el
Grial lo que no gusta al conde empeñado en encontrar el tesoro de los cátaros
entre el que cree se halla esta reliquia. Entretanto la mujer de Arnaud es
víctima de la persecución nazi contra los judíos sin que el conde amigo de la
cúpula nazi haga gran cosa por evitarlo. Su búsqueda y la situación que se vive
en esos momentos en Alemania es de lo mejor de la novela.
Viene
ahora algo sobre lo que se extiende la narración y que bien podría haberse
despachado con una más ligera alusión. El hijo del profesor, de madre judía, se
marcha a Israel y vive en un kibbutz, muriendo en un enfrentamiento con
palestinos.
Continúa
la narración con la amistad que entabla el profesor con Ignacio Aguirre, un
joven jesuita designado por el Vaticano para introducirse en el castillo del conde y
sopesar las actividades de excavación en
busca del tesoro de los cátaros que se siguen en Montségur. A su muerte, quiere
el profesor que sea Ignacio quien se haga cargo de toda la documentación que
sobre el manuscrito ha ido acumulando. Con el tiempo el jesuita se hará un gran
experto en el tema.
La autora: Julia Navarro |
No hay comentarios:
Publicar un comentario