jueves, 18 de abril de 2013

SIGLO XIX EN ESPAÑA


ALGUNAS PINCELADAS SOBRE EL SIGLO XIX EN ESPAÑA



          A la vuelta de Fernando VII, gobierna como rey absoluto aunque con medidas reformistas como la creación del Consejo de Ministros formado por seis miembros aunque sólo tiene misión consultiva. López Ballester es nombrado para Hacienda. Se crea la Bolsa y se hace un presupuesto anual.

         En 1826 se sublevan los realistas que apoyan a Carlos hermano del rey, puesto que después de tres matrimonios no ha tenido descendencia. Una cuarta esposa, su prima Mª Cristina le da una hija, la infanta Isabel.

         Los liberales que no marcharon al exilio, muchos fueron ejecutados y el resto se reúnen en logias. No dejan de producirse episodios de intransigencia como el cometido con la granadina Mariana Pineda, muerta en el garrote vil por dar apoyo a los liberales y bordar una bandera para el partido. Riego se pronuncia en las Cabezas de S. Juan; él y los suyos, son fusilados. Hay un último intento con Torrijos en Málaga también fracasado.

         Un pacto con los liberales moderados hacen que el infante Carlos sea expulsado de España y juran a Isabel como Princesa de Asturias.

         En 1833 muere Fernando en La Granja y deja el trono con una guerra interna. Se entabla la primera guerra carlista que dura siete años. Mª Cristina es declarada reina regente. Antes del nacimiento de la infantita, Fernando VII derogó la ley Sálica en previsión de asegurar el trono a cualquiera que fuera su heredero, hombre o mujer.

           La reina busca el apoyo de viejos liberales y ellos buscan convertir la monarquía de absoluta en constitucional. La iglesia rural apoya a los carlistas. Francisco Martínez de la Rosa es elegido por la reina para la transición. Se convocan nuevas Cortes formadas por procuradores y próceres (antecedente del Senado). Se divide el país en 49 provincias.

           Las provincias de Vascongadas, Navarra, Aragón, Castilla, Extremadura y el Maestrazgo siguen a favor de D. Carlos que en 1835 sitia Bilbao. Las tropas carlistas al mando del general Zumalacárregui levantan el asedio pero en uno posterior, vencen los sitiados al mando del general Espartero y muere Zumalacárregui a consecuencia de las heridas. Ramón Cabrera en el Maestrazgo, se destaca por su agresividad tras la muerte de su madre a manos de los liberales.

           Al ser nombrado Mendizábal ministro de Hacienda y Presidente del Consejo de Ministros, tiene lugar la “desamortización” de los bienes de la Iglesia. Disuelve las Órdenes Religiosas pues poseen grandes extensiones de tierra. Unas 10 000 000 de Ha. son compradas por aristócratas y burgueses creándose, sobre todo en el sur, grandes latifundios. La Iglesia pasa a depender del Estado. Los campesinos se proletarizan. El patrimonio artístico de monasterios es pasto de expolios y saqueos.

            Mientras tanto expediciones carlistas recorren toda España. Acosan pero no acaban de entrar en Madrid.

            Un pronunciamiento militar obliga en 1837 a reponer otra Constitución parecida a la de 1812. Hay división de opiniones al acabar el enfrentamiento con los carlistas en “El abrazo de Vergara”. Maroto y Espartero están en desacuerdo y hubo fusilamiento de los rebeldes. Vascongadas y Navarra mantienen sus fueros.

            Con la vuelta de muchos exiliados avanza el movimiento romántico. Hay libertad de opinión y suben los periódicos como “El Español” de corte moderado donde colaboran los intelectuales del momento. Aumenta la actividad parlamentaria y las tertulias de café. Mariano José de Larra dibuja un retrato de la época con sus artículos. Educado en Francia, desea ver a España como al resto de Europa. Se suicida por un tema amoroso. Los duelos son frecuentes para poner fin a cualquier ofensa. Es la época de los viajeros románticos a los que si gusta España pero que darán una visión muy sesgada creando tópicos sobre el país de gitanos y panderetas, como lo hiciera Bizet con su ópera Carmen.

          El general Espartero obtiene el título de duque de la Victoria entre otros y es aclamado como el “Pacificador” fue todo un personaje del siglo XIX. Mejor militar que político acaba enfrentado con la reina y termina exiliándose. Se queda la infanta Isabel con diez años y son llamados al gobierno otros generales como Narváez y O`Donell.

          Por entonces, sólo unos 100 000 españoles pueden votar y son los que pagan una cierta cantidad en impuestos. Los alcaldes los elige el gobierno.

          Con 13 años, Isabel es proclamada reina. La burguesía prospera. Los nobles conservan su prestigio y surgen otras clases altas formadas por financieros, terratenientes…

           En 1843 se pone la primera piedra del Palacio del Congreso de los Diputados y en 1850, se inaugura. En 1844 llega a la Presidencia Narváez que crea la Guardia Civil siendo su primer capitán general el duque de Ahumada. Se aprueba la “Nueva Carta Magna” que eleva el poder de la reina en 1845 y en 1851 se firma un nuevo concordato con la Santa Sede por el que se atienden las necesidades de la Iglesia pero la Corona se reserva el derecho de nombrar a los obispos.

           Se hace también una reforma fiscal para igualar a toda España, salvo Vascongadas y Navarra por miedo a revueltas de antiguos carlistas. En 1848 se inaugura la primera línea ferroviaria entre Barcelona y Mataró y el desarrollo de nuevas vías de ferrocarril ayuda a la política de integración nacional. El alto nivel de analfabetismo hace necesaria la ley de Instrucción Pública. El ministro Moyano crea además la obligatoriedad para todos los menores pero los escasos recursos de las Alcaldías, hacen que los alumnos tengan que pagar al maestro por lo que la edad escolar se tiene que acortar.








2 comentarios:

  1. Estimada amiga, te voy a contar una pequeña historia en la que he estado investigando: Se trata de una estatua que estando en vida Fernando VII hizo construir en Madrid sobre 1830 y la envió a Sevilla; actualmente está guardada en la torre de don Fadrique, ya que muerto el rey se desencajonó de su sitio primitivo, y a hurtadillas la colocaron en San Telmo; siete años después la trasladaron a los Jardines de San Diego, y pocos años después al Parque de María Luisa, hasta que la desmontaron y guardaron en la torre de don Fadrique, con esto te digo que a Fernándo VII en Sevilla nadie lo ha querido y nadie lo quiere, lógicamente. Pasó de ser "el deseado" al ser un soberano absolutista cruel y vengativo.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Buena anécdota Manuel. Ni en Sevilla ni en ninguna parte; ¿quién lo iba a querer?,fue de lo peorcito en nuestra larga historia.

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